Xin Xin, el último panda de América Latina, no es un oso corriente. Natural de México, es el único miembro que queda de una diáspora descendiente de pandas gigantes que China regaló a países extranjeros durante las décadas de 1970 y 1980.

El zoológico mexicano de Chapultepec es uno de los dos únicos que albergan pandas sin la supervisión directa del gobierno chino. Esa era puede terminar pronto, después de más de 50 años, porque Xin Xin, la nieta de los pandas regalados por China, no tiene hijos, está en la menopausia y, a sus 32 años, es muy vieja.

Podría ser el fin de los pandas en América Latina si el gobierno de México se niega a pagar el precio de un nuevo panda.

Xin Xin es una panda de segunda generación nacida en México, cuyo linaje se remonta a Pe Pe y Ying Ying, que llegaron al zoo en 1975.

Formaron parte de la primera "diplomacia del panda" de China, un periodo en el que estos carismáticos animales se regalaban a países de todo el mundo. En 1984, China puso fin a los regalos de osos panda, pasando a una política de préstamos de alto precio.

Esta historia ha convertido a México en uno de los pocos países que pueden mantener a los cachorros de panda nacidos en el país. Desde 1985, el programa de préstamos exige que los zoológicos devuelvan cualquier cachorro a China.

Tras la muerte de Shuan Shuan, los funcionarios mexicanos empezaron a hablar con el embajador de China. Actualmente, China presta pandas gigantes por un periodo de entre 10 y 15 años a un coste de un millón de dólares anuales, con el fin de apoyar la conservación del panda en China.

La austera administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, parece poco probable que acepte este precio. "Definitivamente habrá que encontrar otro acuerdo, pero dependerá mucho de la voluntad y las necesidades de ambos países", dijo Fernando Gual, director de Zoológicos y Conservación de la Vida Silvestre de la Ciudad de México.

Los intereses de Xin Xin son más sencillos. Pasa el tiempo relajándose en una hamaca y paseando tranquilamente por su recinto en busca de bambú. A veces, su adiestrador también esconde su golosina favorita, manzanas rojas.

Al observar a Xin Xin, Gual sonrió al recordar la mañana del 1 de julio de 1990, cuando su madre Tohui sorprendió a todos en el zoo al dar a luz a una Xin Xin de cuatro libras, lejos de la cámara que grababa sus movimientos las 24 horas del día.

"Es imposible no tener apego a estos animales", dice Gual. "Hemos visto nacer a la mayoría de ellos aquí". Tohui fue el segundo panda nacido fuera de China, y el primero en sobrevivir a la infancia, viviendo hasta los 12 años. La estrella del pop Yuri lanzó una canción que expresaba el orgullo y la emoción de la ciudad.

La esperanza de vida de un panda gigante en la naturaleza es de unos 15 años, pero en cautividad han llegado a vivir hasta los 38 años. Décadas de esfuerzos de conservación en la naturaleza y de estudio en cautividad han salvado al panda gigante de la extinción, aumentando su población de menos de 1.000 ejemplares en un momento dado a más de 1.800 en la actualidad en la naturaleza y en cautividad.

El notable éxito de México lo convierte en uno de los dos únicos zoológicos que dirigen un programa de panda fuera del control del gobierno chino, según el Servicio de Investigación del Congreso. El otro está en Taiwán, que recibió dos pandas en 2008 a cambio de una pareja de ciervos sika en peligro de extinción.

En México han nacido ocho pandas, de los cuales cinco han sobrevivido hasta la edad adulta. Décadas de estudio en el Zoológico de Chapultepec han aportado amplios conocimientos, así como material genético -semen y tejido ovárico conservados criogénicamente- que los científicos de aquí esperan que les permita seguir ayudando a la conservación de los pandas incluso después de que Xin Xin se haya ido.

Carlos Cerda Dueñas, investigador del Instituto Tecnológico de Monterrey que ha estudiado la diplomacia del panda, dijo que la importancia estratégica de México podría animar a China a llegar a un acuerdo, pero que la preferencia de López Obrador por la austeridad podría hacer que llegar a un acuerdo fuera "muy difícil".

China suspendió durante un tiempo los nuevos préstamos de pandas durante la pandemia del COVID-19, pero el gobierno del presidente Xi Jinping lo reactivó recientemente, enviando un par de pandas al anfitrión del Mundial, Qatar.

China es el segundo socio comercial más importante de México, por detrás de Estados Unidos, y el gobierno chino ha estado trabajando para ampliar su influencia en América Latina. La posibilidad de dejar a la región sin pandas podría ser una palanca para México.

De lo que no hay duda es del poder de atracción de los pandas.

En el zoológico de Chapultepec hay un museo del panda en el que se exponen fotografías de los animales a lo largo de los años, moldes de yeso de sus huellas, trozos de pelo de panda y docenas de dibujos de niños. También está la piñata del último cumpleaños de Shuan Shuan.

Pero Xin Xin es la verdadera atracción. El 1 de julio recibió una piñata de cumpleaños con forma de panda y rellena de manzanas y zanahorias.

Un día reciente, Juan Vicente Araya, de Costa Rica, se maravilló con Xin Xin, junto a su familia.

"Cuando decidimos viajar a México, desde el mayor hasta el menor, todos en casa venían con el sueño de poder ver un panda", dijo Araya, mientras acariciaba la cabeza de su hijo pequeño, que jugaba con un panda de peluche que sus padres le compraron en la visita.

Araya, quien trabaja para una empresa estadounidense, dijo que lo primero que hizo su grupo de familiares y amigos después de llegar a la Ciudad de México desde Costa Rica fue ir al zoológico a ver a Xin Xin.

“En América Latina no tenemos muchas oportunidades de ver un panda”, dijo. “La verdad nos valió la pena venir de Costa Rica. Estamos muy emocionados de conocerla”.