Un grupo de congresistas demócratas, liderados por el representante Greg Casar, de Austin, han intensificado la presión para expulsar al multimillonario Elon Musk de la administración del presidente Donald Trump antes de finales de mayo. Casar afirmó que, para esa fecha, el periodo de Musk como empleado especial del gobierno debería terminar.
"Donald Trump debe, por ley, despedir a Elon Musk", declaró Casar en la conferencia de prensa de lanzamiento de la campaña.
Los demócratas progresistas enviaron una carta a Trump exigiéndole que prometiera públicamente que Musk, cuyas empresas tienen varios contratos federales, terminará su puesto en la administración el 30 de mayo. Sin embargo, los empleados especiales del gobierno pueden trabajar varMusios años, y los demócratas afirmaron que, si Musk debe regresar al gobierno federal, quieren que desinvierta en sus empresas.
"Que el hombre más rico del mundo ataque al pueblo estadounidense e intente apoderarse de nuestro gobierno está profundamente equivocado. La gente lo sabe en su interior", declaró Casar.
Casar afirmó que, dado que Musk es técnicamente un empleado especial del gobierno, por ley está limitado a trabajar solo 130 días para el presidente.
Musk ha liderado los esfuerzos de la administración Trump para reducir el tamaño del gobierno federal. Su capacidad para despedir a empleados federales y acceder a datos gubernamentales confidenciales ha generado fuertes críticas y cuestionamientos legales. Sin embargo, la Casa Blanca ha asegurado durante mucho tiempo que Musk ha seguido las directrices éticas.
"Tenemos mucha confianza en la ética y las medidas de seguridad que se han implementado", declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La Casa Blanca no indicó si Musk dejaría el cargo antes del 30 de mayo, cuando Spectrum News le preguntó al respecto, pero sí comentó sobre la iniciativa de los progresistas.
“Los demócratas no tienen ningún plan para recuperarse de su vergonzosa derrota, y se nota. En lugar de trabajar para convertirse en un partido centrado en la voluntad popular, están empeñados en esconder la cabeza y en ocultar la misión, ampliamente apoyada, de DOGE. Reducir drásticamente el despilfarro, el fraude y el abuso, y convertirse en mejores administradores del dinero duramente ganado por los contribuyentes estadounidenses puede ser un delito para los demócratas, pero no lo es ante un tribunal de justicia”, declaró Harrison Fields, subsecretario de prensa principal de la Casa Blanca.
Los demócratas también se sienten envalentonados tras la derrota de un candidato respaldado por Trump y Musk en las elecciones a la Corte Suprema de Wisconsin.
Esta no es la primera vez que Casar ataca a Musk. Desde que era concejal, Casar ha expresado su preocupación por la seguridad laboral y la compensación en una fábrica de vehículos Tesla en el centro de Texas.
“Esto representa una verdadera oportunidad para que el Partido Demócrata demuestre en qué nos queremos convertir realmente, o quizás cómo queremos volver a ser como antes: un partido para la gente trabajadora y contra los multimillonarios y las grandes empresas que buscan enriquecerse con el dinero de los contribuyentes”, dijo Casar.
Casar añadió que, además de la presión pública, los demócratas progresistas también están explorando vías legales para intentar asegurar la salida de Musk.
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