El 12 de marzo, se cumplieron tres años, desde que Bill de Blasio, el entonces alcalde de Nueva York, declaró un estado de emergencia debido al Covid 19.
Para ese entonces, poco se sabía del coronavirus, aunque lo que sí era cierto era que estaba acabando con las vidas de los residentes no solo de Nueva York sino del mundo entero.
Para la fecha, había 95 casos confirmados en la ciudad, que luego se convertiría en el epicentro de la pandemia en los Estados Unidos.
El alcalde se unió con el estado para tratar de evitar la propagación del virus a través de acciones que incluirían una cuarentena general.
Pese a la incertidumbre y preocupación, para algunos, el trabajo se disparó, otros se sienten agradecidos por continuar con vida:
Edgar Pérez, repartidor de comida
“Para nosotros había más delivery, estábamos nosotros busy, nada más bajábamos un rato en la tarde, un rato en la mañana, dos, tres veces a la semana, tres días”.
“Miedo, tristeza, preocupación”, dice Gómez.“Fue shocking un poco sorprendente el hecho de que cerraran prácticamente la ciudad, y ver la ciudad tan vacía, desolada era impresionante”, continúa dicendo.
Nancy Murillo manifestó: “Bendecidos, porque cuando miras atrás y hubo tanta gente y tan cercana que ya no está por causa del COVID, te sientes bendecido y agradecido por estar aquí hoy”.
Mientras Elsa Paredes dijo: “Todas las personas estaban muy desesperadas, había un vacío, bueno en ocasión, bueno yo en mi familia, como estamos dedicados mucho a las cosas de Dios, a mí eso me fortaleció”.
Y hay quienes recuerdan haber sido de los primeros en ser contagiados:
“Nos enfermamos el 14 de marzo, la que empecé primero fui yo porque yo usaba todos los trenes, mi esposo tenía dos semanas trabajando remoto desde la casa, y ahí estuvimos como un mes, prácticamente encerrados, completamente aislados”, indica Sandra Paneto.
“Pero gracias a Dios estamos vivos, tuvimos esa bendición de estar contándolo, muchas personas no lo lograron y muchas personas se nos fueron”, agrega.
Hoy, tres años después, el Alcalde Adams cuenta que el proceso de recuperación en cuanto a trabajo y turismo ha sido notable:
“Y luego de tantas vidas perdidas, cambios de vida que aún se mantienen, hoy la ciudad y sus residentes siguen en un proceso de recuperación, eso sí, sin olvidar todo lo que trajo consigo el COVID en 2020”, sentenció Adams.