El salón es un sueño hecho realidad para Jenny Jiménez, una joven de 20 años.
“Estoy muy muy agradecida y le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de crecer", dijo Jenny.
Jiménez, hija de una estilista y un mecánico retirado, es la mayor de tres hermanos. Llegó de la República Dominicana con su familia a Richmond Hill, Queens, cuando tenía 10 años.
Cuenta Jenny que el salón, en la avenida Jamaica en Richmond Hill, es el resultado de más de seis años de trabajo.
“Mi primer trabajo fue a los 14 años. Fue en un supermercado como cajera".
Mientras iba a la secundaria, Jenny tenía dos empleos, uno en una tienda de ropa en Queens Center Mall, en las tardes, y otro como cajera en una agencia de cambios durante toda la noche.
“Lo que hacía era que amanecía desde las 11 de la noche hasta las 7:30 de la mañana y luego a escuela. Yo durante la jornada de la noche me sentía súper, súper, deshidratada, mareada. Había noches que ni quería ir y tenía que ir, tenía que seguir por el propósito que tenía", dijo Jenny.
Aun así, Jenny logró graduarse de la secundaria y empezó a estudiar enfermería en la universidad de La Guardia, pero abandonó esta carrera y pasó a estudiar técnicas de uñas.
Ya a los 19 años de edad uso todos sus ahorros para iniciar su negocio, 'Nenas Beauty Salon and Spa', donde emplea a cinco personas.
“Particularmente para mi me ha dado una gran oportunidad de compartir con cada una de las chicas, de superarnos", dijo Blanca Crespo, una de las empleadas.
Semanamentel atienden alrededor de 40 clientes, que le generan un ingreso de unos 4 mil dólares.
“Muy buen trabajo realizan, en el pelo, las unas en todo en general", dijo Eligia Grullón, clienta del lugar.
Pero no todo ha sido perfecto. Durante la crisis económica actual, Jimenez, al igual que otros emprendedores, ha enfrentado varios obstáculos, entre ellos, la falta de empleados.
"Aun estoy estudiando belleza, pero hace unos meses atrás me sentí devastada ya que no contaba con el apoyo de personas profesionales trabajando para mi, sentí que el salón ya me me iba a caer", agregó Jenny.
Esto además del alza en el costo del alquiler y de la electricidad.
Jenny estima que al mes gasta más de 6 mil dólares para mantener el salón, a lo que se le suma el pago de sus empleadas.
“Muchas veces lo que uno gana, se va en facturas durante la semana", explicó Jenny.
Jiménez tiene mayores metas a medida que la economía vaya mejorando. Dice que uiere abrir más salones como este por toda la ciudad.
“Y al final chicas, luchen por sus sueños. Serán super recompensadas al final. Luchen", dijo Jenny.