Michael Reyes Martínez, conocido como SOSA y miembro de los Bad Boys, una sección de la pandilla Los Trinitarios testificó ante una sala llena, en la que estaban los padres y la hermana de Junior. La familia escuchó cómo el pandillero participó en el letal ataque.
“Eso fue bien doloroso, bien doloroso, porque él se sentó en su carro, ni llamó a la policia, ni le dijo a los muchachos: déjalo quieto, ese no es el muchacho. No dijo nada para ayudarlo. Nada”, dijo Erika Tirado.
Erika es una de las vecinas de la familia que habitualmente asiste al juicio. Para ella, la credibilidad de Sosa Reyes es nula.
“Para mi, él solamente está hablando porque no quiere que le den mucho tiempo. Si no fuera para eso, él se queda calladito”, agregoóTirado.
En cambio, para la Fiscalía su testimonio tiene peso ya que identificó a los acusados y ofreció detalles del ataque. Por ejemplo, que Diego Suero, líder de Los Sures fue quien dio la orden de ir contra la facción rival, los Sunsets.
Explicó que él conducía uno de los cuatro vehículos que persiguieron a Junior hasta la bodega. Una vez ahí, Sosa dice que mintió a los empleados diciéndoles que Junior, escondido detrás del mostrador, le había hecho algo malo a su abuela y que por eso lo estaba buscando.
También relató como, tras ver la cara angustiada del joven, y pensar que era alguien que conocía, salió corriendo hasta su vehículo. Y como, tras el ataque, condujo hasta la casa de Suero, junto con otros dos acusados.
Al día siguiente declaró que tomó un vuelo a la República Dominicana porque necesitaba explicarle a su madre que había estado envuelto en un asesinato. Y que ella le dijo que debía regresar y entregarse. Horas después se presentaba ante las autoridades y era arrestado.
Y en esta jornada se reveló también que en agosto del año pasado Reyes firmó un acuerdo con la fiscalía que podría dejarlo en libertad si continúa testificando en este y en juicios futuros. Ahora se espera que el lunes sean los abogados defensores quienes interroguen al testigo.