Parte del servicio de la línea L del metro entre Manhattan y Brooklyn fue suspendido por varias horas debido a reportes de olor a gasolina, según reportes oficiales.

La MTA dijo que investigaba lo sucedido y aseguró al público que el aire es "actualmente seguro", pero que necesitaba corregir el problema antes de que se reanudara el servicio. Cerca de las 3:30, la MTA informó que el servicio había sido reestablecido.

El incidente se inició cuando usuarios del tren reportaron cerca del mediodía el mal olor a gasolina y llantas quemadas lo que hizo que la MTA investigara lo sucedido.

Reportes en redes sociales de usuarios hablaban de lo difícil que era respirar ante el "nauseabundo" mal olor que impreganaba el subway.

 

 

La MTA dijo en un principio que el mal olor estaría centrado entre la avenida Graham y la calle Grand en Williamsburg. Según reportes del mismo twett de la MTA, el lunes se habría hecho trabajos a nivel de calle para asegurar contra el agua en la estación de la avenida Bedford.
 
Como remedio ante las dificultades a los usuarios, la MTA puso en operación buses o "shuttle" entre las estaciones de la calle 14 y Union Square y Myrtle-Wyckoff Avenida. Durante la suspensión del servicio, el tren L siguió operando entre Myrtle-Wyckoff y Canarsie Rockaway Parkway.
 
Como servicio alterno los usuarios también pueden tomar el tren G o los buses M14A y M14D.