Parte del servicio de la línea L del metro entre Manhattan y Brooklyn fue suspendido por varias horas debido a reportes de olor a gasolina, según reportes oficiales.
La MTA dijo que investigaba lo sucedido y aseguró al público que el aire es "actualmente seguro", pero que necesitaba corregir el problema antes de que se reanudara el servicio. Cerca de las 3:30, la MTA informó que el servicio había sido reestablecido.
El incidente se inició cuando usuarios del tren reportaron cerca del mediodía el mal olor a gasolina y llantas quemadas lo que hizo que la MTA investigara lo sucedido.
Reportes en redes sociales de usuarios hablaban de lo difícil que era respirar ante el "nauseabundo" mal olor que impreganaba el subway.