Wall Street se hundió el jueves después de que la guerra comercial del presidente Donald Trump empeorara la venta masiva en el mercado de valores de Estados Unidos.
El S&P 500 cayó un 1,4% el jueves, finalizando más de un 10% por debajo de su récord, que se estableció el mes pasado.
Una caída del 10% es tan grave que los inversores profesionales la llaman "corrección". La caída del 1,4% del S&P 500 el jueves impulsó al índice a su primera caída desde 2023.
Las pérdidas se produjeron después de que Trump intensificara su guerra comercial amenazando con enormes impuestos a los vinos y alcoholes europeos. Ni siquiera una doble dosis de buenas noticias sobre la economía estadounidense pudo detener la hemorragia.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 537 puntos, o un 1,3% el jueves, y el Nasdaq Composite cayó un 2%.
Las vertiginosas y contundentes oscilaciones de las acciones se han producido no solo día a día, sino también hora a hora, y el Dow Jones se precipitó entre una ligera ganancia y una caída de 689 puntos el jueves.
La turbulencia se debe a la incertidumbre sobre cuánto daño permitirá Trump a la economía mediante aranceles y otras políticas para transformar el país y el mundo a su antojo. El presidente ha declarado que desea que se recuperen los empleos manufactureros en Estados Unidos, junto con una plantilla gubernamental más reducida y otros cambios fundamentales.
La última escalada de Trump se produjo el jueves, cuando amenazó con imponer aranceles del 200 % al champán y otros vinos europeos, a menos que la Unión Europea revoque un arancel "desagradable" anunciado sobre el whisky estadounidense. La Unión Europea dio a conocer esta medida el miércoles, en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio europeos.
Los hogares y las empresas estadounidenses ya han reportado una caída en la confianza debido a la incertidumbre sobre qué aranceles se mantendrán tras la avalancha de anuncios intermitentes de Trump. Esto ha generado temores de una contracción del gasto que podría debilitar la economía. Algunas empresas estadounidenses afirman que ya han comenzado a notar un cambio en el comportamiento de sus clientes debido a la incertidumbre.
Un escenario particularmente temido para la economía es aquel en el que el crecimiento se estanca, pero la inflación se mantiene alta debido a los aranceles. En Washington, existen pocas herramientas para solucionar la llamada "estanflación". Si la Reserva Federal recortara los tipos de interés para impulsar la economía, por ejemplo, eso también podría impulsar la inflación.
El jueves llegaron buenas noticias en ambos frentes económicos.
Un informe mostró que la inflación a nivel mayorista el mes pasado fue más moderada de lo que esperaban los economistas. Esto siguió a un informe igualmente alentador del día anterior sobre la inflación que perciben los consumidores estadounidenses.
Pero "la pregunta para los mercados es si las buenas noticias sobre la inflación podrán hacerse oír por encima del ruido de la cambiante historia de los aranceles", declaró Chris Larkin, director gerente de operaciones e inversiones de E-Trade de Morgan Stanley.
Mientras tanto, un informe independiente indicó que menos trabajadores estadounidenses solicitaron prestaciones por desempleo la semana pasada de lo que esperaban los economistas. Esta es la última señal de que el mercado laboral se mantiene relativamente sólido en general. Si esto continúa, podría permitir a los consumidores estadounidenses seguir gastando, que es el principal motor de la economía.
En Wall Street, algunas acciones relacionadas con la industria de la inteligencia artificial reanudaron su caída, lastrando los índices bursátiles. Palantir Technologies, que ofrece una plataforma de IA, cayó un 4,8%. Super Micro Computer, fabricante de servidores, perdió un 8%. Nvidia osciló entre ganancias y pérdidas antes de cerrar con una caída del 0,1%.
Estas acciones han sido las más presionadas en la reciente ola de ventas del mercado bursátil estadounidense, después de que los críticos afirmaran que sus precios se dispararon demasiado en el frenesí en torno a la IA.
Otros sectores del mercado que también habían disfrutado de un gran impulso inicial han visto su suerte cambiar drásticamente. Tesla, de Elon Musk, cayó un 3% tras una inusual subida consecutiva, y acumula una caída de más del 40% en lo que va de 2025.
En total, el S&P 500 perdió 77,78 puntos, hasta los 5.521,52. El Promedio Industrial Dow Jones cayó 537,36 puntos, hasta los 40.813,57, y el Nasdaq Composite se desplomó 345,44 puntos, hasta los 17.303,01.
En el mercado de bonos, los rendimientos de los bonos del Tesoro perdieron una ganancia inicial y se desplomaron. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó del 4,32 % al 4,27 %. El rendimiento ha estado cayendo principalmente desde enero, cuando se acercaba al 4,80 %, a medida que los operadores y economistas han revisado a la baja sus expectativas de crecimiento económico estadounidense.
Si bien pocos predicen una recesión, especialmente considerando que el mercado laboral se mantiene relativamente sólido, informes recientes han mostrado una pérdida de confianza entre los consumidores y las empresas estadounidenses.
En los mercados bursátiles internacionales, los índices cayeron en gran parte de Europa y Asia, pero las fluctuaciones fueron relativamente moderadas.
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