En el bajo Manhattan hay cientos de oficinas que continúan cerradas en muchos edificios ya que desde la pandemia muchos son los empleados que siguen trabajando desde casa.
El departamento de Planeación Urbana de la ciudad emitió un plan de recomendaciones al estado para expandir el plan de renovación de edificios de poco uso en la ciudad que sólo es permitido en esta área para llevarlo a otros condados y así convertir más edificios de oficinas en viviendas para los neoyorquinos.
“Tenemos un crisis de viviendas y esto presenta un momento para cambiar las reglas y ofrecer una nueva oportunidad (para) convertir oficinas a viviendas", dijo Dan Garodnick, director del departamento de Planeación Urbana, NYC.
Garodnick dice que por iniciativa del alcalde Eric Adams, junto a once miembros de diversas agencias de la ciudad estuvieron en conversaciones por ocho meses para publicar un reporte con once recomendaciones que cambiarían las reglas de renovación de edificios de poco uso en la ciudad.
“Ahora, las reglas son para Manhattan solamente", agregó Garodnick.
Y solo para edificios construidos entre 1961 y 1977.
El propietario de un edificio en renovación dice que cuando terminó el contrato con la última oficina en octubre del 2021, empezaron el proceso de renovación para habilitar 588 apartamentos.
"Esto ofrece oportunidades de flexibilidad para modificar nuestras inversiones, ya que debido al COVID nos quedamos con muchos espacios sin poder rentar", explicó Joey chilelli, propietario del edificio.
Entre las 11 recomendaciones para expandir el plan de renovación de edificios están:
- Alargar la fecha de construcción de edificios elegibles hasta 1990.
- Llevar a cabo un programa de incentivos fiscales para apoyar la construcción de viviendas asequibles y de ingresos mixtos.
- Expandir las regulaciones de conversión a todos los distritos de oficinas de alta densidad, en otros condados de la ciudad.
Llegar a otros distritos en Flushing y también en El Bronx. De cambiar las reglas de renovación de edificios, el reporte indica que se podrían construir hasta 20 mil viviendas en la próxima década, lo que alojaría a 40 mil neoyorquinos aproximadamente.