Rafael Gómez lleva ocho años comprando y entregando en los supermercados y restaurantes de la ciudad…

“De todo lo que venden: lechuga, tomate, repollo, papa de toda la clase de frutas”, explicó Rafael.

Estos productos Rafael los recoge aquí en La Marqueta de donde provienen gran parte de los ingredientes que los neoyorquinos usarán para la cena del Día de Acción de Gracias. Este año, dice que trabaja arduamente para llevarle a sus clientes el doble de los productos y tratar de recuperarse de las pérdidas por la pandemia.

“Tengo que llevar más mercancía. Estos días feriados tengo que llevar mercancía doble para que no le hagan falta los productos que yo le llevo… ha estado mejor. El año pasado fue difícil. Este año ha sido mejor más movimiento”, agregó Rafael.

Es que por las restricciones en los restaurantes el año pasado y por el miedo de la pandemia la demanda por estos productos cayó y la marqueta sufrió por estas pérdidas.

A dos días de la primera celebración por las festividades así se ve el mercado, la gran mayoría son compradores al por mayor como Rafael, por lo que hay decenas de camiones que están siendo cargados con los productos con más demanda para la noche de Thanksgiving.

Para quelas  frutas lleguen a los supermercados de la ciudad, los compradores tiene que venir a inspeccionarlas, tienen que seleccionarlas, y luego tiene que pagarlas en cajas. Luego las frutas son empacadas y llevadas en camiones refrigerados.

Así es la jornada que ha vivido Peter Domínguez, quien lleva cuatro décadas trabajando en el mercado de Hunts Point y quien conoce de primera mano lo que han pasado varios de sus compañeros de trabajo.

“Muchos de ellos se han enfermado. Muchos murieron aquí pero la vida sigue igual hay que seguir adelante. No ocultarse a la pandemia seguir viviendo la vida”, contó Peter.

Mientras el negocio se recupera para las celebraciones, La Marqueta ha almacenado más de 30 millones de libras de productos para la fiesta del pavo pero algunos trabajadores dicen que estas ventas no son suficientes.

“Trata de recuperarse un poco de lo que ha sido los últimos dos años. Sí se han visto mejora,s pero la economía y el trabajo han bajado”, dijo un trabajador.

La Marqueta abrió en El Bronx en el 1967 y están abiertos las 24 horas de lunes a viernes.