El gobierno Trump rescindió el martes una regla que hubiera requerido que los estudiantes internacionales se trasladaran o dejaran el país si sus escuelas daban clases completamente en línea debido a la pandemia.
La decisión fue anunciada al comienzo de una audiencia en una demanda federal en Boston presentada por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
La jueza de distrito de EE.UU. Allison Burroughs dijo que las autoridades federales de inmigración acordaron retirar la directiva del 6 de julio y "volver al status quo".
Un abogado que representa al Departamento de Seguridad Nacional y al Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. sólo dijo que la caracterización del juez era correcta.
El anuncio supone un alivio para los miles de estudiantes extranjeros que corrían el riesgo de ser deportados del país, así como para los cientos de universidades que se apresuraban a reevaluar sus planes para la caída a la luz de la política.
Según esta política, los estudiantes internacionales en los Estados Unidos tendrían prohibido tomar todos sus cursos en línea este otoño. No se habrían emitido nuevas visas a los estudiantes de las escuelas que planean ofrecer todas las clases en línea, lo que incluye a Harvard. Los estudiantes que ya están en los EE.UU. se habrían enfrentado a la deportación si no se transfirieran de escuela o dejaran el país voluntariamente.
Los funcionarios de inmigración emitieron la política la semana pasada, revirtiendo la orientación anterior del 13 de marzo que decía a las universidades que los límites en torno a la educación en línea se suspenderían durante la pandemia.
Los líderes de las universidades creían que la norma era parte del esfuerzo del presidente Donald Trump por presionar a las escuelas y universidades de la nación para que reabrieran sus puertas este otoño, incluso cuando se produjeran nuevos casos de virus.
La política provocó una fuerte reacción de las instituciones de educación superior, con más de 200 firmas en los tribunales apoyando el desafío de Harvard y el MIT. Las universidades dijeron que la política pondría en riesgo la seguridad de los estudiantes y perjudicaría económicamente a las escuelas.
Muchas escuelas dependen de la matrícula de los estudiantes internacionales, y algunas podrían perder millones de dólares en ingresos si la norma se hubiera impuesto.
Harvard y el MIT fueron los primeros en impugnar la política, pero al menos otras siete demandas federales fueron presentadas por universidades y estados que se oponen a la regla.
Harvard y el MIT argumentaron que los funcionarios de inmigración violaron las reglas de procedimiento al emitir la guía sin justificación y sin permitir que el público respondiera. También argumentaron que la política contradecía la directiva del ICE del 13 de marzo que decía a las escuelas que los límites existentes en la educación en línea se suspenderían "durante la duración de la emergencia".
En la demanda se señaló que la declaración de emergencia nacional de Trump no ha sido rescindida y que los casos de virus están aumentando en algunas regiones.
Los funcionarios de inmigración, sin embargo, argumentaron que todo el tiempo dijeron a las universidades que cualquier orientación impulsada por la pandemia estaba sujeta a cambios. Dijeron que la norma era coherente con la ley vigente que prohíbe a los estudiantes internacionales tomar clases totalmente en línea. Los funcionarios federales dijeron que estaban ofreciendo indulgencia al permitir que los estudiantes conservaran sus visados aunque estudiaran en línea desde el extranjero.