Fermín Martínez amaba su comunidad de Jamaica, Queens. Elaine Feliciano, su amiga y vecina durante 17 años, lo describió como alguien que "siempre estaba feliz, siempre bromeando, siempre sonriendo".
De 61 años, Fermín murió víctima del Coronavirus.
Fermín nació en la República Dominicana y se mudó a Jamaica con sus padres, Dolores y Gustavo.
Fermín trabajó en la farmacia Briarwood durante muchos años. A Fermín le sobreviven su esposa, Adalgisa y tres hijos, Manuel de 32 años, Marifer de 17 y Arlet, que sólo tenía dos años.
Fermín sin embargo, era parte de una familia mucho más grande, una familia que no ha tenido un momento fácil este año. Era uno de 14 hermanos. Su hermano mayor falleció en enero después de un ataque masivo de apoplejía. Su sobrino de 30 años, José Vera, también murió en enero después de un ataque de asma, una gran pérdida para una familia muy cercana.
Feliciano, la amiga de Fermín, dijo sobre la familia del fallecido: eran "como una pequeña pandilla. No necesitaban amigos, no necesitaban a nadie. Siempre estaban juntos jugando al dominó y riéndose".
A Fermín, agregó Feliciano, "le encantaba jugar al dominó, escuchar música y pasar el rato con su esposa, hijos, hermanos, hermanas y suegros".
El 25 de marzo, Fermín fue admitido al Centro Hospitalario de Queens, con síntomas de Coronavirus. Murió cinco días después.
Lo más triste, dijo Feliciano, a la que Fermín se refería como "La Bori", fue que, "para un hombre que siempre tuvo a su familia a su alrededor, murió solo", y no haber estado ahí para despedirse, dijo, "es casi demasiado para soportar".
"El mundo acaba de perder un alma bondadosa y gentil", concluyó Feliciano.
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