Para muchos este lugar es un pedacito del caribe en Williamsburg y para su dueña María Antonia Cay, cariñosamente conocida como Toñita, este lugar es su segundo hogar. 

"Porque de una vez que despierto yo vengo y cocino y al rato me voy, me voy pa'l club", detalla Toñita.

Toñita, salió de Puerto Rico en 1956 y se mudó a Williamsburg. En 1973 abrió el Caribbean Social Club.

Para entonces el local se usaba para reuniones de un equipo de béisbol amateur pero los vecinos también entraban a pasarla bien.  

La propia Toñita explica la dinámica social del club: "Unos juegan dominó, otros juegan billar, unos bailan y otros hablan del prójimo"

A pesar de los años, el lugar mantiene su atmósfera original con los muebles y la decoración de la década de los setenta. 

Y claro, el ambiente de una casa en vez de un negocio formal. Sus propios clientes se encargan de la limpieza del local. 

"Esto es una delicia para mí. Yo no vivo aquí porque no tengo a donde dormir", comenta un parrquiano.

A pesar de que el alto alquiler ha sacado a muchos hispanos de Williamsburg, especialmente a los puertorriqueños, para muchos este club es el único en todo Brooklyn que aún se mantiene la cultura hispana.

"Aquí vienen de todas las nacionalidades, de todas, colombianos, peruanos, ecuatoriano, dominicanos", añadió otro miembro.

Algo que atrae a la clientela es que la cerveza es barata: $3 dólares por botella y la comida es gratis. 

Un asidio más comentó al respecto: "La señora es increíble: nos regala comida, todo y estás en un barrio seguro, actualmente".

Toñita tiene 83 años y es dueña del local; también asegura que desde su apertura nunca ha cobrado por la comida. 

"A nosotros lo que nos importa es mantener el sitio, no sacar para tener dinero sino para mantener el sitio. Y así todo el mundo se siente contento", justifica la octagenaria propietaria.

Ella estuvo 37 años casada pero nunca tuvo hijos.

El local es el único club social que se mantiene abierto en este vecindario.  

Toñita comenta que, cuando ella falte, espera que alguno de sus clientes se comprometa a mantener este lugar abierto a la comunidad.