El festival Summer for the City, que presenta una amplia gama de actividades culturales está ya en pleno desarrollo en su cuarta edición. Paloma Estévez, directora de programación artística del Lincoln Center, habla del festival que se distingue como uno de los más populares del verano neoyorquino.

“Es una propuesta que surgió poco después de la pandemia, fue la respuesta después de COVID. Lo concebimos desde siempre como un regalo a la ciudad, un regalo a los neoyorquinos, por eso su nombre, Summer for the City”, dice la entusiasta chilena que cuenta con una dilatada carrera dirigiendo compañías de teatro, así como eventos culturales y festivales.

 
Una vistosa coreografía. Lincoln Center

 

Paloma detalla que la diferencia entre Summer for the City y otros festivales es su gran diversidad de artista que van desde grupos de música, teatro, comedia, ópera hasta el Jazz. 

“La propuesta es impresionante, son más de 200 espectáculos, yo diría que el espíritu celebratorio, la escala y el tamaño, es lo que lo diferencia de otros festivales”.

Todos los eventos son gratuitos. Paloma recomienda llegar temprano a los eventos, especialmente a los más populares. 

“Hay otros eventos en los que la persona puede elegir lo que desee, a partir de cinco dólares en adelante, lo que es considerado una donación voluntaria”, explica. 

Paloma detalla además que, algunos programas y conciertos son presentados en los teatros, pero el 75% de la programación del festival es al aire libre.

Destaca que la representación artística de Latinoamérica es impresionante, sólo por citar algunos dijo que hay grupos de Brasil, Perú, República Dominicana, Puerto Rico y Colombia. 

 
La mayoría de los eventos son al aire libre. Lincoln Center

 

Cita a Los Mirlos, una banda peruana de cumbia amazónica que al momento cumple una exitosa gira por el continente. Estará Toño Rosario, el ícono del merengue dominicano.

Sobre la participación activa de los asistentes, Paloma dice que el “dance floor”, o sala de baile, es uno de los principales atractivos del festival. 

“La gente puede tomar clases de baile, aprender a bailar varios ritmos como salsa, merengue, bachata y después disfrutar de una banda en vivo, y tener la experiencia de escuchar una  gran diversidad de géneros para toda la familia”.

Para Paloma el éxito está en la conexión de la gente con la programación del festival. Dice que es extraordinario ver como cada noche el Lincoln Center se transforma con los conciertos y cómo la gente quiere conectarse con los artistas.

 “Me impresiona cómo la gente busca aprender a bailar diferentes tipos de baile y compartir. Es un  festival muy alegre y participativo, donde la idea es celebrar con los neoyorquinos y con quienes estén visitando la ciudad también”, concluye Paloma.

Summer for the City  se estará celebrando hasta agosto 9. Los eventos se desarrollan en todo el campus del Lincoln Center, incluyendo Josie Robertson Plaza, Hearst Plaza y otros lugares.

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