SESTRIERE, Italia. — Simon Yates tuvo una de las mejores actuaciones de su carrera y en uno de los ascensos más agotadoras del ciclismo para prácticamente conquistar el sábado el Giro de Italia.

El británico comenzó la penúltima etapa en tercer lugar, a un minuto y 21 segundos del mexicano Isaac Del Toro, quien portó el maillot rosa desde el final de la novena etapa. Pero el ciclista británico lanzó un ataque en solitario en la subida de categoría especial al Colle delle Finestre, la misma montaña que le causó desilusión hace siete años, para dejar atrás a sus rivales generales.

Yates, de 32 años, lloraba abiertamente después de cruzar la línea de meta con más de cinco minutos de ventaja sobre Del Toro.

"Desde que se publicó la ruta, siempre tuve en mente intentar hacer algo aquí y cerrar el capítulo, digamos", dijo un emocionado Yates, mientras intentaba contener las lágrimas. "Todavía estoy un poco sin palabras, realmente".

"Quizás parezco relajado, pero también tenía dudas esta mañana sobre si realmente podría hacer algo, pero los muchachos me animaron y creyeron en mí, así que sí, gracias a ellos".

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El domingo prácticamente es un recorrido ceremonial en Roma. Yates se colocó en el liderato de la carrera de tres semanas y es casi un hecho que levantará por primera vez el famoso Trofeo Senza Fine (Trofeo Sin Fin, en español).

Yates, quien ganó la Vuelta a España en 2018, tiene una ventaja de 3 minutos y 56 segundos sobre Del Toro y de 4:43 sobre Richard Carapaz de Ecuador.

"Estuve cerca, y esto es algo, pero al final no gané", dijo Del Toro, quien sin embargo sonreía mientras saludaba en la meta. "Seguiré trabajando y volveré seguro".

"Necesitas ser un gran ganador, necesitas ser un gran perdedor, y creo que soy un buen perdedor, y chapeau para ellos. Felicidades".

«Es decepcionante perder el último día. Pero es ciclismo, y por eso nos encanta». - 🤍 🇲🇽 @ISAACDELTOROx1", se lee en un mensaje en redes sociales citando al ciclista mexicano.

 

 

Redención para Yates

El ataque de Yates evocó el audaz movimiento de Chris Froome en el Finestre en 2018 que le valió el título.

También fue una redención para Yates, quien lideraba el Giro en ese momento en 2018, habiendo llevado la maglia rosa durante 13 días, antes de quebrarse en esa subida. Es la primera vez que se pone la maglia rosa desde entonces.

Esta vez, Yates hizo su movimiento en las primeras pendientes del Finestre y ya tenía ventaja de unos 45 segundos sobre Del Toro y Carapaz cuando llegó a las carreteras de grava blanca, debido a que el dúo no colaboró detrás de él.

"Bueno, creo que podríamos haber sido los más fuertes, pero no fuimos los más inteligentes", dijo Carapaz, el campeón de 2019. "Al final, él (Del Toro) perdió el Giro, no supo correr bien y el ciclista más inteligente ganó".

Yates coronó la subida con una ventaja de 1:41 sobre la pareja y luego alcanzó a su compañero de equipo de Visma–Lease a Bike, Wout van Aert, quien lo ayudó a alejarse aún más en el descenso.

El ciclista australiano Chris Harper logró su primera victoria individual en una Gran Vuelta en la etapa 20 del sábado, un tramo de 205 kilómetros de Verres a Sestriere. Yates terminó tercero, detrás de Alessandro Verre.

"Es el punto culminante de mi carrera, no creo que nada lo supere", dijo Yates. "Tampoco me estoy volviendo más joven y ganar esto, especialmente el Giro, algo que realmente he apuntado durante muchos, muchos años... Creo que es lo mejor que será".

Yates puso fin a una racha de mala suerte en el Giro. El británico también tuvo que retirarse del Gran Tour italiano en 2020 y 2022, debido al coronavirus y una lesión de rodilla.

"Realmente he invertido mucho de mi carrera, mi vida, apuntando a esta carrera", dijo. "Y sí, muchos contratiempos. Ha sido difícil de manejar."

Del Toro: 'Sin arrepentimientos'

Del Toro está en el otro extremo de su carrera y el ciclista mexicano de 21 años, quien desató la fiebre del ciclismo en su país natal, tiene un futuro brillante después de irrumpir en la escena en el Giro, superando con creces las expectativas que se tenían de él cuando la carrera comenzó en Albania.

"No puedo estar más feliz, porque al principio, antes en Albania, seguro que mucha gente no podía creer que yo pudiera estar aquí", dijo Del Toro. "El equipo siempre confía en mí en este tipo de cosas. El problema soy yo, tratando de creerlo".

 

 

"Pierdo y me siento muy decepcionado, pero no quiero llorar en cámara... es así, el ciclismo. No tengo arrepentimientos y seguro que volveré realmente, realmente fuerte de esto".

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