La administración Trump permite que se reanuden las obras de un importante proyecto eólico marino para Nueva York.
El promotor, la empresa energética noruega Equinor, dijo el lunes que la Oficina Federal de Gestión de la Energía Oceánica le había comunicado que se había levantado la orden de paralización de las obras del proyecto Empire Wind, lo que permite reanudar la construcción.
El Secretario de Interior, Doug Burgum, ordenó el mes pasado que se detuviera la construcción y revisara los permisos.
Burgum dijo entonces que parecía que la administración del expresidente Joe Biden se había "apresurado" en las aprobaciones.
Equinor tardó siete años en obtener los permisos y ha gastado más de 2.500 millones de dólares hasta la fecha en un proyecto que ya se ha completado en un tercio.
El presidente y consejero delegado de Equinor, Anders Opedal, dio las gracias al presidente Donald Trump por permitir que el proyecto siguiera adelante, salvando unos 1.500 puestos de trabajo en la construcción e inversiones en infraestructuras energéticas en Estados Unidos.
También expresó su agradecimiento al gobernador de Nueva York, al alcalde de la ciudad de Nueva York, a los miembros del Congreso y a los grupos sindicales, así como a los funcionarios noruegos que trabajaron para salvar el proyecto.
El Gobierno noruego posee una participación mayoritaria en Equinor.
"Agradecemos que ahora pueda reanudarse la construcción de Empire Wind, un proyecto que subraya nuestro compromiso de suministrar energía al tiempo que apoyamos las economías locales y creamos puestos de trabajo", declaró Opedal en un comunicado.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que fueron necesarias innumerables conversaciones con Equinor y funcionarios de la Casa Blanca, así como la participación de intereses laborales y empresariales, para subrayar la importancia del proyecto y conseguir que Empire Wind volviera a ponerse en marcha.
Equinor está construyendo Empire Wind al sur de Long Island, Nueva York, para suministrar energía en 2026 a más de 500.000 hogares neoyorquinos.
"El futuro económico de Nueva York va a estar impulsado por una energía abundante y limpia que ayude a prosperar a nuestros hogares y empresas. Luché para salvar los puestos de trabajo de energía limpia en Nueva York, y lo conseguimos", dijo Hochul en un comunicado el lunes.
El Departamento de Interior no respondió de inmediato a los correos electrónicos en busca de comentarios.
Los grandes parques eólicos marinos llevan tres décadas produciendo electricidad en Europa y, más recientemente, en Asia.
Pero la industria ha tenido dificultades para crecer en Estados Unidos debido a los altos costos, las dificultades para hacer crecer una cadena de suministro de materiales y el largo proceso de obtención de permisos.
Trump ha dado prioridad a los combustibles fósiles y se ha movido en contra de las energías renovables desde que regresó a la Casa Blanca.
Uno de sus primeros actos fue ordenar una pausa en las ventas de arrendamientos eólicos marinos en aguas federales y la emisión de aprobaciones, permisos y préstamos para todos los proyectos eólicos.
Pero el hecho de que la Administración haya puesto en el punto de mira a Empire Wind, un proyecto ya en marcha, ha ido un paso más allá.
La portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, dijo en un comunicado el viernes que, al tiempo que daba rienda suelta al dominio energético de Estados Unidos, Trump "puso en pausa ciertos proyectos eólicos que son perjudiciales para nuestra querida fauna, incluidas las aves y las ballenas."
No se conocen vínculos entre la muerte de grandes ballenas y las actividades eólicas marinas en curso, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Aunque las turbinas eólicas pueden suponer un riesgo para las aves, las organizaciones de conservación de la fauna silvestre afirman que apoyan el desarrollo responsable de la energía eólica marina porque el cambio climático es una amenaza mayor.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, declaró el lunes que el levantamiento de la orden de paralización es una buena noticia.
Empire Wind beneficiará enormemente a la economía de Long Island y al medio ambiente de todos los neoyorquinos, afirmó en un comunicado.
Los defensores de la energía eólica marina también celebraron la decisión.
Es una victoria para los trabajadores, el sector y las empresas de lugares como Luisiana, Carolina del Sur y Pensilvania, que contribuyen a la construcción de proyectos en el noreste, declaró la Oceantic Network en un comunicado.
Equinor dijo el 9 de mayo que se vería obligada a abandonar Empire Wind en cuestión de días, a menos que la administración cediera en su orden de paralizar la construcción.
Equinor estaba gastando hasta 50 millones de dólares a la semana y tenía 11 buques en espera.
Equinor finalizó el arrendamiento federal en marzo de 2017, durante el primer mandato de Trump.
El gobierno federal aprobó el plan de construcción y operaciones en febrero de 2024.
Nueva York aspira a obtener el 70% de su electricidad de fuentes renovables para 2030 y 9 gigavatios de eólica marina para 2035.
Nueva York está obteniendo parte de la energía eólica del primer parque eólico marino a escala comercial del país, un parque eólico de 12 turbinas llamado South Fork que se inauguró hace un año, operado por diferentes empresas al este de Montauk Point, Nueva York.
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