Tal como está, la historia de Kilmar Ábrego García comienza y termina en su natal El Salvador.
Cuando era niño, una pandilla local extorsionaba a su familia, intentó adoctrinarlo y amenazó con matarlo, según su caso de inmigración. Huyó a Estados Unidos a los 16 años.
Fue obligado a regresar el mes pasado, a los 29 años, deportado por error por la administración del presidente Donald Trump a una notoria prisión que, según los observadores, está plagada de abusos.
En medio de todo esto estuvo su vida en Estados Unidos: trabajando en construcción, casándose y criando hijos con discapacidades, según los registros judiciales. También fue acusado por la policía local en Maryland de ser miembro de la pandilla MS-13.
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Ábrego García negó la acusación y nunca fue acusado formalmente, según los registros judiciales. Un juez de inmigración de Estados Unidos finalmente le otorgó protección para no ser deportado de regreso a El Salvador en 2019 porque probablemente enfrentaría persecución por parte de las pandillas locales.
Ábrego García ahora está en el centro de una batalla legal que ha llegado a la Corte Suprema de Estados Unidos y plantea preguntas sobre el debido proceso y la capacidad —o la voluntad— del gobierno de Trump para traerlo de regreso desde El Salvador.
La Casa Blanca describió la deportación de Ábrego Garcia a su país natal como un "error administrativo". Afirma que es miembro de la MS-13, citando la acusación hecha en 2019 por la policía de Maryland, y argumenta que el gobierno de Estados Unidos carece de autoridad para traer de regreso al salvadoreño desde su país natal.
Los abogados de Abrego García dijeron que no hay evidencia de que pertenezca a una pandilla. Afirman que el gobierno de Estados Unidos tiene el poder de devolverlo, mientras señalan que está pagando a El Salvador por su encarcelamiento.
El presidente del tribunal supremo, John Roberts, acordó el lunes pausar el plazo establecido por un tribunal inferior para que el gobierno de Trump devuelva a Ábrego García. Mientras su caso continúa, esta es su historia hasta ahora:
Amenazas de pandillas en El Salvador
Ábrego García creció en San Salvador, la ciudad capital de El Salvador, según documentos judiciales presentados en el tribunal de inmigración de Estados Unidos en 2019. Su padre era un exagente de policía. Su madre, Cecilia, vendía pupusas, el plato emblemático del país, que son tortillas planas que contienen mezclas humeantes de queso, frijoles o cerdo.
Toda la familia, incluidos sus padres, dos hermanas y un hermano mayor, manejaban el negocio desde casa, según los registros judiciales. El trabajo de Ábrego Garcia era comprar ingredientes en la tienda de comestibles y hacer entregas con su hermano.
"Todos en el pueblo sabían que debían comprar sus pupusas en 'Pupusería Cecilia'", escribieron sus abogados.
Una pandilla local, llamada Barrio 18, comenzó a extorsionar a la familia pidiéndole una "renta" y amenazó con matar a su hermano mayor, César, u obligarlo a unirse a su pandilla, si no les pagaban, según los documentos judiciales. La familia cumplió, pero al final, envió a César a Estados Unidos.
Barrio 18 amenazó de manera similar a Ábrego García, según su caso de inmigración. Cuando tenía 12 años, la pandilla amagó con llevárselo hasta que su padre les pagara "todo el dinero que querían". Aún lo vigilaban mientras caminaba hacia y desde la escuela.
La familia se mudó a diez minutos de distancia, pero la pandilla amenazó con violar y matar a las hermanas de Ábrego García, según los registros judiciales. La familia cerró el negocio, se mudó nuevamente, y al final, envió a Ábrego García a Estados Unidos.
La familia nunca acudió a las autoridades debido a la rampante corrupción policial, según los documentos judiciales. La pandilla continuó acosando a la familia después de que se mudaron a Guatemala, que limita con El Salvador.
Vida en Estados Unidos
Ábrego García huyó a Estados Unidos ilegalmente alrededor de 2011, según documentos presentados en su caso de inmigración. Se unió a César, ahora ciudadano estadounidense, en Maryland y encontró trabajo en la construcción.
Unos cinco años después, Ábrego García conoció a Jennifer Vásquez Sura, ciudadana estadounidense, según los registros. En 2018, cuando ella supo que estaba embarazada, Abrego se mudó con ella y sus dos hijos. Vivían en el condado de Prince George, justo en las afueras de Washington.
En 2019, Ábrego García fue a un Home Depot en busca de trabajo cuando fue arrestado por la policía del condado, según los documentos judiciales. Los detectives le preguntaron si era miembro de una pandilla. Después de explicar que no lo era, fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Más tarde, Ábrego García le dijo a un juez de inmigración que buscaría asilo y pidió ser liberado. Vásquez Sura tenía cinco meses de embarazo de alto riesgo.
Sin embargo, el ICE alegó que era un miembro certificado de una pandilla, con base en información que provenía de un informante confidencial utilizado por la policía del condado, según los registros.
Según los abogados de Ábrego García en su caso actual, el informante criminal alegó que Ábrego García pertenecía a un capítulo de la pandilla MS-13 en Nueva York, donde nunca ha vivido.
La información fue suficiente para que un juez de inmigración mantuviera a Ábrego García en la cárcel en 2019 mientras continuaba su caso de inmigración, según los registros judiciales. El juez dijo que el informante era probado y confiable y había verificado su pertenencia a la pandilla y su rango.
Ábrego García luego se casó con Vásquez Sura en un centro de detención de Maryland, según los documentos judiciales. Ella dio a luz mientras él aún estaba en la cárcel.
En octubre de 2019, un juez de inmigración negó la solicitud de asilo de Ábrego García, pero le otorgó protección para no ser deportado a El Salvador debido a un "temor bien fundado" de persecución por parte de pandillas, según su caso. Fue liberado y el ICE no apeló.
Desde entonces, Ábrego García ha estado registrándose con el ICE anualmente, y mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional le emitió un permiso de trabajo, dijeron sus abogados en documentos judiciales. Ábrego García se unió a un sindicato y estaba empleado a tiempo completo como aprendiz de hojalatero.
Él y Vásquez Sura criaban a tres niños, entre ellos, el hijo de él, que padece autismo, es sordo de un oído y no puede comunicarse verbalmente, según la denuncia presentada contra el gobierno de Trump. También criaban a un niño de nueve años con autismo y a uno de diez años con epilepsia.
Deportado por error
En febrero, el gobierno de Trump designó a la MS-13 como una organización terrorista extranjera y buscó retirar a los miembros identificados "lo más rápido posible", escribió el procurador general federal, D. John Sauer, en el informe del lunes presentado ante la Corte Suprema.
Ábrego García fue detenido el 12 de marzo afuera de un IKEA en Baltimore con su hijo, según los registros judiciales. Un agente llamó a Vásquez Sura y le dijo que tenía diez minutos para recoger a su hijo, o el ICE solicitaría la presencia de los servicios de protección infantil.
Ábrego García llamó a su esposa desde la cárcel y dijo que las autoridades lo presionaron sobre la MS-13, según los documentos judiciales. Le preguntaron sobre una foto que tenían de él jugando baloncesto en una cancha pública y las visitas de su familia a un restaurante que servía comida mexicana y salvadoreña.
"Repetía la verdad una y otra vez: que no pertenecía a ninguna pandilla", declaró Vásquez Sura en los documentos judiciales.
Mientras tanto, el gobierno de Trump, en sus documentos judiciales, ha señalado al informante confidencial en el condado de Prince George que lo consideró miembro de MS-13.
Ábrego García fue enviado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador, donde los reclusos están hacinados en celdas y nunca se les permite salir. El ministro de justicia del país ha dicho que quienes están allí nunca regresarían a sus comunidades.
Vásquez Sura reconoció a Ábrego García por sus tatuajes y cicatrices en la cabeza en fotos de la prisión, donde vio un video de él siendo arrastrado por los guardias, según los documentos judiciales.
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