Y mientras que algunos dicen que el cambio de verano, conocido como Daylight Saving Time no les afectará, expertos de la salud aseguran que lo mejor es prepararse porque la hora de diferencia podría interrumpir nuestro ritmo circadiano.
El horario de verano comienza a las 2.00 de la madrugada, cuando se deben adelantar los relojes una hora, cambiando a las 3.00 de la madrugada. En otoño, los relojes se retrasan una hora, de las 2.00 a la 1.00.
La mayoría de los dispositivos electrónicos actuales cambian la hora automáticamente.
"En verdad, no. No me afecta. Se lo veo como que hay que resetear el reloj. Una hora menos. Una hora más", asegura Benny Caba, residente de Nueva York.
Rigoberto González, residente de Nueva York agrega: "No, para nada. No me afecta."
El cambio de hora, que se practica en Estados Unidos desde hace más de 100 años y se hace con el fin de tener más horas de luz de día hasta el mes de noviembre cuando echamos el reloj para atrás una hora.
Este año, el cambio será a partir de este domingo, 9 de marzo, en la mayoría de los estados del país, y la hora cambiará a las 2 de la madrugada para convertirse en las 3 am.
Tania Florimón, doctora, Pediatrics 2000
"Nosotros estamos diseñados para dormir de noche. Entonces, en el día pasan cambios bioquímicos a nivel hormonal y en la noche pasan otros. Nosotros tenemos un ciclo circadiano que es el que nos dice básicamente en el cuerpo cuando es de día, cuando es de noche. Para nosotros saber que tenemos que dormir y el cuerpo hacer lo que hace."
La doctora Tania Florimón nos explica lo que sucede en esta época del año:
"Cuando dormimos con lo del Daylight saving, ahí es que viene el problema, porque alteramos un poquito ese ciclo normal que tenemos, porque somos criaturas del hábito, entonces nos aprendemos a dormir temprano, dormir a cierta hora y a despertarnos cierta hora cuando cambiamos los horarios y la responsabilidad de nosotros van con los horarios, por ejemplo ir al colegio, ir al trabajo… estamos alterando un poquito esos hábitos que ya nuestros ciclos circadianos están acostumbrados a hacer y por eso es que pueden venir algunos problemas con los cambios repentinos".
Para evitar que le afecte el cambio se aconseja FF:
- Ajustar gradualmente la hora de acostarse y despertarse entre 15 y 20 minutos antes del cambio de hora.
- Modificar rutinas diarias, como las comidas, que son señales de tiempo para su cuerpo.
- Dormir cada noche al menos siete horas y procure hacer esto antes y después del cambio.
- Y exponerse a los rayos del sol de la mañana la semana después del cambio de hora.
Adicionalmente evite las pantallas de computador o celular antes de acostarse para que el cerebro entienda que ya es de noche y no se confunda con estas luces.
Y recuerden los consejos ofrecidos por expertos, especialmente el de acostarnos un poco más temprano en lo posible porque, al fin y al cabo, todos estamos perdiendo una hora de sueño.
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