A partir de este martes todos los negocios relacionados con la alimentación como restaurantes y bodegas, entre otros, tendrán que depositar sus bolsas de basura en contenedores como en lugar de la calle como antes lo hacían para frenar la población de ratas.
“Nosotros estamos buscando la manera, estamos viendo a ver si tenemos espacio y cómo lo podemos organizar. Es una buena idea, ahora bien va a ser un poco desfavorable para los restaurantes que tienen poco espacio", dijo Alba de Jesús, trabajadora del Floridita Restaurant.
Con esta norma, los comercios tendrán flexibilidad en cuanto al tipo y ubicación de los contenedores, siempre que tengan tapa y laterales seguros.
Los contenedores pueden almacenarse dentro del establecimiento o a menos de un metro del límite de la propiedad.
“A través de la ciudad entera tú vas a ver miles de contenedores afuera, eso va a cambiar el landscape, o sea, ¿cómo se va a ver? De nuevo, entendemos que tenemos que hacer algo para mitigar las ratas, pero entendíamos que tenía que ser un plan piloto", dijo Jeffrey García, de NYS Latino Restaurant Bar & Lounge Association.
Algunos ya envasan sus residuos en contenedores, pero otros, sobretodo los pequeños negocios dicen que es menos práctico y crea grandes problemas puesto que tendrán que almacenar grandes cubos de basura sucios en sus zonas de preparación de alimentos y por donde se asientan de los clientes.
“Vamos a trabajar lo más posible con esto y entonces tal vez si tenemos un chance en un mes o dos y ir de nuevo a la ciudad y decidirles: 'mira, estos son los inconvenientes que estamos teniendo", agregó García.
El departamento de Limpieza dijo a NY1 que habrá un periodo de gracia de un mes en el que emitirá advertencias a los restaurantes antes de que comiencen las multas.
Multas para los que violen la política de basura son:
$50 primera violación
$100 segunda violación
$200 tercera violación
Un mes de aviso antes de multas.
Otra de las leyes que entró en vigor este lunes es que los establecimientos de comida a domicilio podrán recibir una advertencia, que se podría convertir en multa, si envían utensilios de plástico y otros artículos a clientes que no los han pedido.