Atienden las necesidades médicas de los enfermos y neoyorquinos deshabilidatos y de la tercera edad.
Tras dos años de pandemia y lo que describen como jornadas a veces interminables, los cuidadores en el hogar —que en 90% son más bien cuidadoras y un 60% inmigrantes, de acuerdo con conteos sindicales— se manifestaron para exigir a la gobernadora Hochul que su sueldo se eleve a $22.50 dólares la hora de forma permanente.
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"Que no sea un bono, sino que sea en realidad nuestro sueldo. Estamos 24 horas al día con nuestros pacientes y eso no nos ha sido remunerado. Por eso estamos peleando para que nos escuchen y la Gobernadora en este momento nos apoye a nosotros", expresó Yarina Casal, trabajadora de atención domiciliaria.
Con el respaldo de activistas y el defensor del pueblo, piden que la medida figure en el presupuesto estatal que se debe presentar el 1 de abril. Muchas subrayan que las decenas de miles de trabajadores de atención domiciliaria como ellas en los cinco condados han tenido que descuidar su propia salud por mantener la de sus pacientes.
Luz Arbudo también es una trabajadora de atención domiciliaria: "Yo en el trabajo me contagié de COVID mi esposo es diabético. Soy la única que está trabajando ahora en mi hogar y me serviría muchísimo porque tengo a mi hija que está estudiando y para que yo misma siga educándome".
Otras señalaron que en el entorno inflacionario, simplemente no pueden sobrevivir con el salario mínimo: "Usted sabe perfectamente cómo han subido las cosas, como ya no se compra con lo que nosotros tenemos y les estamos este aumento porque nosotros somos obreras, trabajamos, damos lo mejor de nosotros para nuestros ancianos".
Un estudio reciente de la Universidad de la Ciudad de Nueva York indica que más de 26,000 trabajadores adicionales cada año serán necesarios a medida que aumenta la demanda por cuidado médico en el hogar.