Es muy probable que algunos vecinos de origen boricua recuerden el sabor del Chocolate Cortés y lo asocien con su infancia.
Y ahora esos recuerdos se podrán evocar mientras se disfruta de un nuevo lugar en El Bronx: un negocio llamado Chocobar Cortés, que abrió sus puertas para ofrecer ese tradicional sabor y esa dulce nostalgia del chocolate más famoso y legendario de Puerto Rico, el Chocolate Cortés.
Carlos Cortés, gerente del Chocobar, expresó su opinión respecto a la apertura: "Principalmente, esa es la razón por la cual queríamos venir aquí, al Bronx; porque era importante que, en donde está nuestra gente de aquí empezaremos a crecer y en un año o dos años, podríamos estar en la Quinta Avenida".
El negocio está ubicado en la esquina de la calle 134 Este y la Ave. Alexander, en el sur del Bronx, porque fue precisamente en este condado donde, hace más de 60 años, se empezaron a vender las barras de chocolate para derretir en leche caliente.
Hoy por primera vez los propietarios abren un local más allá de Puerto Rico para seguir contando la historia de una bebida que ha sido elaborada por la familia Cortés durante cuatro generaciones.
De acuerdo con Ignacio Cortés, presidente de Cortés Hermanos: "Es bebida de dioses. Ese es el nombre científico del chocolate Theobroma Cacao, de Dios broma".
Y es que según Ignacio Cortés, el chocolate es un verdadero elíxir para el alma. Especialmente, para los boricuas y dominicanos que viven e Nueva York y que ahora lejos su tierra podrán sentarse a tomar una chocolate caliente, característico de las mañanas isleñas.
Algunos de los asistentes, compartieron sus impresiones: "Nostalgia por los buenos tiempos. Estamos en las fiestas navideñas, se siente sabor y te hace pensar en Puerto Rico y en su chocolate caliente".
La apertura de este local fue toda una celebración y contó con la presencia de políticos y líderes locales. Entre ellos, el vicegobernandor Brian Benjamin, quien celebró la llegada de Chocolate Cortes a Nueva York.
Otro de los invitados fue el creador de los cómics que están detrás de la envoltura del chocolate, Edgardo Miranda Rodríguez, quien asegura que gracias a este producto se están cambiando las vidas de muchos artistas por medio de becas y empoderando a mujeres, con el diseño la primera super herona latina: La Borinqueña.
"Con esta súper héroe hemos logrado representar a toda la diáspora, la fortaleza y hacer un importante trabajo filantrópico", apuntó Miranda Rodríguez.