Para conocer la experiencia latina en Nueva York a través de su comida, se debe ir a Brooklyn, al sur de Williamsburg, al famoso espacio de Toñita. Un lugar que es conocido por tres características: el cariño de su dueña, las grandes fiestas de sábado por la tarde y su excelente pernil puertoriqueño.

"Mi nombre es María Antonia Cay. Estoy en el 244 de Gran Street, Caribbean Social Club. Mejor conocida como Toñita", explica la propietaria del establecimiento.

La historia del lugar es fascinante: Toñita migró desde Puerto Rico en los años 50 y abrió este lugar en 1973. Primero era un club de béisbol para las familias de los equipos. Y aunque la liga desapareció a la postre, el lugar quedó con lo más importante: su comunidad.

Desde entonces, Toñita se ha convertido en una matrona del barrio. Todos los domingos alimenta gratuitamente a gente sin hogar y a otros miembros de su comunidad. Su plato insigne es el arroz con habichuelas y puerco asado.

La propia Toñita comparte su secreto culinario: "Sabe diferente porque yo nunca lo preparo. Lo lavo, lo pongo al horno y cuando lo pico le pongo el sabor: ajo, pimienta y sal, nada más. La comida siempre ha sido gratis. Porque los domingos no dan comida gratis por ningún lado. Un día vinieron unos que no tenían donde comer y así siguieron viniendo y aumentando". 

"Me encanta la comida de Toñita. Buenísima. Una se siente con un amor diferente, con su gente o con otra gente que quieren compartir con nosotros. So... para mí eso es muy importante. Yo tengo a mi niño y quiero que vea qué es una comunidad latina", explica una de las comensales.

Uno de los aspectos más interesantes del club es su carácter multigeneracional. Por la tarde, la gente joven frecuenta el espacio. Además de armar grandes bailes de salsa y reguetón, están conscientes de cómo la comunidad latina del barrio ha sido desplazada.

"No es simplemente hangear y pasarla bien. Es literalmente con tu dinero estar invirtiendo en tu comunidad", explica el DJ Sucio Smash. Mientas que para alguien más: "Es de los pocos lugares que si no tienes qué comer y quieres ese sentido de comunidad, es estar aquí".