José Gamoneda Lazos recuerda cómo perdió a sus dos hermanos en una de las peores tragedias de Nueva York aquel pasado 25 de marzo de 1990.. Happy Land, un club social en el sector de West Farms.

- “Era como una pista de baile abajo les vendían las bebidas y arriba era donde les tocaba bailar a ellos”.

Así recuerda esa pista de baile conectada por una escalera que venía del primer piso, en donde un hombre celoso prendio el fuego en la entrada del lugar con un galón de gasolina y dos fósforos… el calor, los gases subieron por las escaleras y asfixió a 87 personas, incluyendo a sus hermanos. 

- “Sus cuerpos quedaron intactos, yo tuve que ir a medicina legal con mi madre a recibirlos”, añadió.

Tan intactos como los recuerdos de sus dos hermanos de 17 y 23 años que quedaron en su memoria para siempre

- “Entonces cada vez que llegaban  en la tarde el más chiquito de todos de los que me acuerdo ahí cada vez que salía de la escuela mi mamá estaba ahí sentada y se le iba a acurrucar ahí, y el otro a bromear con ella el más mayorcito... eran un amor con mi mamá los dos por eso lo bueno nunca dura… “

Hoy 31 años  después José y su hermana no han cambiado esta tradición familiar. Cada año llegan a este lugar.. al frente de donde operaba Happyland y que honra a los hondureños, muchos de la comunidad Garífuna, del Bronx. 

-  “Nosotros desde que murieron ellos estamos aquí presentes”, manifestó Gamoneda.

David Handschuh, es un periodista que cubrió la tragedia. Llega año tras año a recordar a los jóvenes a los que una noche de rumba los asfixió hasta llevarlos a la tumba. 

David Handschuh, fotógrafo profesional y amigo de la familia apuntó:

- “Sus almas todavía están aquí y solo quiero decirles que aquí estoy, que los recuerdo que no los he olvidado”.

José dice, que el tiempo ha pasado pero que el dolor por la pérdida de sus hermanos sigue vivo … 

Jose Gamoneda Lazos, su hermano manifestó: "Los dos trabajan en un supermercado en call city y ese día por desgracia del diablo no se de quien los despachan a las ocho de la noche y a ellos les tocaba cerrar todos los días ese supermercado ellos eran los encargados de Cerda y ese día los despachan a las ocho"

Ahora se consuelan poniéndole  un poco de color con aroma a flores y llevando luz al lugar que conmemora una gran tragedia.