En la cocina de la familia Bravo, el ‘Mole Poblano Asunción’ es una marca que ha pasado ya por tres generaciones y que conserva la tradicional receta del mole poblano.
“En México se come en los casamientos, en los bautizos, primeras comuniones”, explicó Damiana Bravo Fuentes.
El mole “poblano” es el conocido guiso del estado de Puebla, México.
Bravo dice que aprendió a cocinar con su mamá en México. Cuando llegó a Brooklyn en los años 70s, trabajaba en fabricas. Al ver que el dinero no le alcanzaba, Damiana, una mamá soltera, empezó a vender mole a sus compañeras. Así empezó el negocio del mole ‘Asunción’. Ella usa la misma receta que aprendió de su mamá.
“En el apartamento no podíamos porque era chiquito entonces ya decidimos rentar aquí, y empezamos a comprar más ingredientes y empezamos a tener más ventas”, agregó Damiana.
Unos años después se unieron su hija y sus nietos. Ahora ellos trabajan guisando mole. El primer paso es moler los ingredientes, entre otros, almendras, pasas, canela, chiles mulato y Padilla. Después se mezcla con pan rallado y endulsantes como chocoate y azucar que se cocinan por cuatro horas.
En una olla los ingredientes son mezclados hasta formar una pasta. Al día producen mil libras de mole poblano.
“Es muy conveniente porque las personas que lo compran ya no hacen nada de trabajo de que estén moliendo chile, desmenuzando, moliendo y todo eso, ya no más lo compran y le ponen el caldito de pollo”, dijo la hija Cándida Fuentes Bravo.
Damiana dice que no es un misterio cocinar un buen mole. Simplemente tienes que asegurarte que se cocine a fuego lento el tiempo adecuado y que este bien sazonado. Esta nieta cree que el éxito de “Asunción” es mantener la receta tradicional.
“Ser consistentes, que no se nos pierda el sabor, que no se pierda la tradición de cómo es que se hace el mole allá”, dijo la nieta Sally Rojas.