Alejandro Osorio dice que a su mamá le tomó casi 30 años pasar de vender arepas en la calle a finalmente abrir su propio local.
"Ha sido muy duro. Mi mamá trabajó muchísimos años en la calle. La policía les quitaba los carros, muchos 'tickets', persecución", dijo Osorio.
Aunque el proceso no fue fácil, la historia de este inmigrante colombiano y su madre Piedad, propietarios de Arepa Lady, es común en Jackson Heights. Pequeños negocios de inmigrantes que se han convertido en una fuente valiosa para la economía local, de acuerdo con un reporte del contralor estatal Thomas DiNapoli.
"Eso demuestra que nosotros los inmigrantes venimos a trabajar y no solo a trabajar, sino a crear empleos", agregó Osorio.
Y es que según el informe, la zona de Jackson Heights, East Elmhurst y Corona, contaba con más de 3.300 negocios en 2018, 660 más que en 2009. El contralor lo atribuye a la elevada presencia de inmigrantes en el área, un 60% de la población.
"La diversidad en el vecindario es increíble. Cada vez más nuevos estadounidenses, los recién llegados realmente estimulan el crecimiento del sector de los pequeñas negocios", explicó DiNapoli.
El informe también reveló algunos retos que esta comunidad continúa enfrentando como la sobrepoblación de las escuelas y la necesidad de vivienda asequible.
Catalina Cruz, asambleista de la zona, dice que espera que las nuevas leyes de alquiler aprobadas en Albany y los planes del Departamento de Educación de crear más de 57 mil cupos estudiantiles en Queens, ayuden a contrarrestar algunos de estos problemas.
"Lo que esperamos ver es que en los próximos 10 años, gracias a esas leyes, tenemos gente que se pueda quedar en el barrio porque las rentas ya no están tan caras como estaban antes", dijo Cruz.