Sarah López es una vecina afectada por el ruido de las construcciones: "Va a pasar todo el año o no sé cuántos años con esto."

Eso es lo que dicen neoyorquinos acerca de la explosión inmobiliaria en los cinco condados, que ha traído un aumento de más de 30,000 permisos de construcción fuera de horas laborales entre semana y en sábados y domingos.

Los vecinos añaden: "No dejan descansar a la gente, así que tendría que haber un horario para que puedan construir. Bueno, aunque sea importante, que también piensen en el vecindario".

La propuesta de tres concejales:

• limitar los permisos nocturnos a 3 días entre lunes y viernes y a sólo un día del fin de semana;
• entre semana no se podría construir entre las 10 de la noche y 6 de la mañana;
• sábados y domingos nunca entre las 6 de la tarde y las 8 de la mañana.

Si una obra obtuviera este permiso conocido como AHV, otras en la cuadra tendrían que ajustarse a sus mismos límites.

"Hay gente que se levanta temprano para ir a sus trabajos, entonces como no terminan de construirlo tienen tiempo, tiempo y tiempo, entonces claro que no hay como descansar", explica Sara López.

Karina Benítez es otra habitante afetada por el ruido de las construcciones: "Es bien incómodo porque realmente nosotros somos de aquí, de este sector y la bulla le molesta a todo el vecindario y muchas veces no pueden dormir. También en la iglesia eso molesta y hay mucho tiempo que ellos tienen ya con esta construcción y no terminan".

Además de beneficiar a la salud de los residentes, cuya exposición al ruido persistente generado durante la noche puede resultar en hipertensión, enfermedad cardiovascular y deterioro cognitivo según investigadores, se dañaría menos a los establecimientos que también pierden clientes.

El Departamento de Edificaciones, que se encuentra revisando la propuesta legislativa, nos dijo que los permisos nocturnos y de fin de semana se expiden precisamente para realizar obras que podrían ser más peligrosas si se realizarán entre semana.