El presidente peruano Martín Vizcarra informó el miércoles la muerte del exmandatario Alan García, quien se disparó un tiro en la cabeza cuando la policía se aprestaba a detenerlo en el marco de una investigación por supuesto lavado de activos ligado a la constructora brasileña Odebrecht.

"Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos", publicó Vizcarra en Twitter.

García estaba herido de gravedad por un proyectil de arma de fuego de entrada y salida en la cabeza, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Salud. El exmandatario ingresó al hospital limeño "Casimiro Ulloa" a las 6.45 (1145 GMT) y a las 7.10 (1210 GMT) fue trasladado a la sala de operaciones donde un equipo de 27 especialistas no pudo controlar una fuerte hemorragia provocada por la herida.

El exmandatario, de 69 años, enfrentó tres paros cardiorrespiratorios durante la cirugía, de acuerdo con el director del hospital, Enrique Gutiérrez.

La descripción oficial de lo que ocurrió la dio el ministro del Interior, Carlos Morán. El funcionario explicó en conferencia de prensa que cuando el equipo fiscal ingresó junto a la policía al primer piso de la mansión del expresidente, García -que se encontraba en el segundo piso- indicó ``que iba a hacer una llamada a su abogado, ingresó y se encerró" en su dormitorio.

"A los pocos minutos se escuchó un disparo", dijo Morán. Cuando la policía ingresó al dormitorio de García lo "encontró en posición de sentado" bañado en sangre.

Los periodistas locales que se encontraban en los exteriores de la casa de García, en el barrio de Miraflores, vieron salir a una camioneta donde iba el expresidente. El ministro del Interior indicó que de inmediato se suspendieron todas las diligencias judiciales y se trasladó ``sin perder tiempo" al exmandatario al hospital.

Según la orden judicial obtenida por The Associated Press el juez Juan Sánchez había ordenado arrestar a García y allanar su casa para obtener documentos que pudieran servir para la investigación desarrollada por la fiscalía por el presunto delito de lavado de activos en agravio del Estado. El magistrado también ordenó detener a otras ocho personas, entre ellas dos exministros del gobierno de García.

De acuerdo con la fiscalía el expresidente habría recibido unos 100.000 dólares de Odebrecht maquillados bajo la apariencia de pagos por una conferencia en Sao Paulo que García realizó en 2012.

A fines de 2018 el expresidente intentó evadir a la justicia ingresando a la embajada de Uruguay en Lima y solicitando un asilo por supuesta persecución política. Su pedido fue rechazado por el gobierno del presidente uruguayo Tabaré Vásquez. Desde entonces vivió vigilado por la policía porque prohibido salir del país por 18 meses.

El expresidente gobernó Perú en dos oportunidades. La primera vez entre 1985-1990 y dejó al país sumido en su mayor crisis económica contemporánea. Luego volvió al poder en el periodo 2006-2011.