La foto ha generado cierta controversia por la separación que se supone hay en USA entre la Iglesia y el Estado.

Un grupo de líderes evangélicos se reunió el lunes con el Presidente Trump poniendo varios de ellos sus manos sobre el mandatario mientras él oraba en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

La foto ha generado cierta controversia debido a que para algunos rompe la división que existe en Estados Unidos entre la Iglesia y el Estado. Otros han preciado el gesto del mandatario.

La reunion además –vía la foto-, había sido la primera muestra pública de Trump desde que regresó de Europa el fin de semana, -el miércoles volvió a irse a Europa- periodo en el cual se ha desatado el último capítulo en el escándalo de la intervención de Rusia en la elección estadounidense en este caso involucrando a su hijo mayor.

Reportes de prensa han señalado que Trump está frustrado y enojado por la atención que el tema ha generado y culpa a la prensa por lo que él considera ataques a su hijo.

Las fotos del encuentro fueron puestas en twitter por Johnnie Moore, un publicista de varios pastores.

La reunión fue algo informal donde los pastores y Trump rezaron para que Dios proteja al presidente y su familia y que Dios también lo guíe, dijo Moore, citado por el Washington Post. “Fue algo normal, muchos de nosotros oramos por los funcionarios electos”’, añadió Moore. “Fue como una reunión de amigos”.

Trump no ha sido un hombre particularmente religioso en su vida, por ejemplo no visita la iglesia, sin embargo en la campaña presidencial se acercó a los grupos evangélicos los cuales le han dado su apoyo.

Aun ahora cuando los índices de popularidad de Trump están por lo bajo –menos del 40%-, los evangélicos, y particularmente la gente evangélica de raza blanca le da niveles de aprobación de más del 60%.

En la red social Twitter en particular, se han expresado opiniones a favor y en contra de la foto con Trump y los pastores. Un fulano recordó para el caso sobre la "separación de la Iglesia y el Estado". Otro en cambio, dijo que "calentaba el corazón ver a nuestro presidente recibiendo oraciones en la Casa Blanca".