Dos traficantes de personas acusados de la muerte de 53 inmigrantes que viajaban en un camión de carga sin aire acondicionado fueron declarados culpables.
La tragedia, ocurrida en 2022 en San Antonio, Texas, fue el intento de tráfico de personas más mortífero en la frontera entre Estados Unidos y México.
Tras dos semanas de juicio, los miembros del jurado federal tardaron sólo una hora en declarar culpables a Felipe Orduna Torres y Armando Gonzales Ortega.
Dictaminan que fueron partícipes de una asociación ilícita de tráfico de personas que causó muertos y heridos.
Podrían ser condenados a cadena perpetua y su audiencia de sentencia está prevista para el 27 de junio.
Los migrantes provenían de Guatemala, Honduras y México, y habían pagado entre 12.000 y 15.000 dólares cada uno para ser introducidos de manera ilegal en Estados Unidos, según un acta de acusación del caso.
Habían llegado hasta la ciudad fronteriza de Laredo, Texas, cuando fueron colocados en un semirremolque que tenía el aire acondicionado descompuesto para un viaje de tres horas a San Antonio.
Según los investigadores, a medida que subía la temperatura en el interior del remolque, los ocupantes gritaban y golpeaban las paredes para pedir ayuda o intentaron salir a arañazos.
La mayoría acabaron por desmayarse. Cuando se abrió el remolque en San Antonio, ya habían muerto 48 personas.
Otras 16 fueron trasladadas a hospitales, donde murieron cinco más.
Entre los fallecidos había seis niños y una mujer embarazada.
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